La infección por Coronavirus se transmite de persona a persona a través de las secreciones o gotas pequeñas que lo contienen. Una vez que aparecen sus síntomas, estos pueden ser mortales para un porcentaje de la población, es decir, sujetos que están en la categoría de alto riesgo por presentar padecimientos anteriores al virus tales como diabetes, obesidad o enfermedad cardíaca.
Como estas gotas pequeñas son esparcidas por las personas a través de la tos y los frecuentes estornudos, el virus puede alcanzar a otra persona rápidamente o situarse encima de las superficies durante suficiente tiempo como para contagiar a otros.
De ahí que limpiar y desinfectar se convierten en dos factores clave en tiempos de coronavirus, donde desde la OMS se han diseñado y publicado normas básicas de higiene y prevención para reducir los contagios con hábitos higiénicos tan simples como el lavado de manos varias veces al día.